Los investigadores del centro médico de la Universidad de Duke han demostrado que el ejercicio intenso a largo plazo puede mejorar significativamente la habilidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar en sangre, añadiendo evidencia de que el ejercicio puede prevenir el desarrollo de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares en pacientes en riesgo.


Además, los investigadores informaron que los efectos beneficiosos del ejercicio se mantenían un mes después de haber dejado de realizarlo. Estudios previos habían mostrado que una sola sesión de ejercicio podía mejorar inmediatamente el metabolismo del azúcar después del entrenamiento, aunque el efecto desaparece dentro de las 24 horas siguientes.

Para realizar el estudio, los investigadores de la Universidad de Duke colocaron a 5 personas sedentarias y con sobrepeso en un programa intensivo de ejercicios durante 9 meses, seguido de un mes de desentrenamiento. Midieron los niveles de glucosa en sangre y de insulina antes de que el entrenamiento comenzase y también 1 día, 5 días y 30 días después de que el entrenamiento terminase. Para evitar que los resultados quedasen influenciados por lo que los pacientes comían, las muestras de sangre se tomaron después de ayunos de 8 horas.

La sensibilidad a la insulina, o su habilidad para estimular el metabolismo de la glucosa (azúcar), era más alta después de 9 meses de ejercicio, y los niveles de insulina en ayunas eran más bajos. Y lo que es tan importante como eso es que 30 días después de parar el ejercicio, la sensibilidad a la insulina aún era un 24% superior a la medida antes de comenzar los ejercicios, lo que indica que el efecto del ejercicio es persistente.

Estos resultados dan evidencia de que el ejercicio a largo plazo produce mejoras tanto a corto como a largo plazo en el metabolismo de los carbohidratos, lo que demuestra la importancia clínica del ejercicio regular en prevenir el desarrollo de la resistencia a la insulina y la intolerancia a la glucosa en pacientes con riesgo de diabetes o enfermedades del corazón.

Los pacientes del estudio perdieron una cantidad mínima de peso (ya que el tejido graso pesa menos que el tejido muscular) demostrando que el peso por si sólo no es un buen indicador del riesgo de enfermedad.

Por supuesto los 5 pacientes también vieron mejoras en su colesterol en sangre y su capacidad para realizar ejercicio.

Durante los 3 primeros meses, se realizaron 4 sesiones de ejercicio por semana, comenzando por tan sólo 15 minutos cada día que se incrementaron hasta 60-70 minutos al final de los 3 meses. Luego se continuó con la misma cantidad de ejercicio durante 3 meses más. El programa consistía en una combinación de bicicleta estática, cinta de caminar y subir escaleras.

El Dr. Kraus, uno de los investigadores implicados en el estudio comentó: «Para estas personas, la cantidad del ejercicio era equivalente a correr 20 millas por semana (32 km), así que estamos hablando de una cantidad grande de ejercicio. Nuestro objetivo final es determinar cuánto ejercicio es realmente necesario para obtener los mejores beneficios para la salud. El consejo que se puede extraer es hacer al menos algo, cualquier cosa. Creo que podemos conseguir algo mejor y obtener unas pautas y recomendaciones basadas en datos concretos. Aún no tenemos buenos datos para saber con qué frecuencia y que intensidad es ideal para reducir las posibilidades de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón»

Extraído y traducido de: «http://www.emaxhealth.com/43/2407.html«